Una de las causas del abandono de actividades que se practican al aire libre es el cambio de clima, y dado que estamos comenzando una nueva temporada del año en donde las temperaturas empiezan a caer, nuestra propuesta es poner en práctica algunos trucos para continuar andando y por sobre todo, no rendirte ante el frío.
Si eres de los que se echa para atrás al momento de salir a correr, andar o pedalear cuando hace frío, te recomendamos no bajar los brazos tan rápidamente, pues las bajas temperaturas no tienen por qué ser un impedimento para entrenar al aire libre en esta temporada.
Si bien debes tener en cuenta algunos cuidados extra, cambiando el horario de entrenamiento y escogiendo las horas más cálidas del día para salir a entrenar, o protegiendo del frío zonas delicadas del cuerpo como la cabeza, el cuello y las manos, puedes volver más llevadero el ejercicio al aire libre cuando las temperaturas descienden.
También es recomendable vestirse por capas, que podamos ir retirando a medida que el cuerpo entra en calor junto al movimiento, tal como hemos sugerido anteriormente.
Por supuesto, realizar un buen calentamiento para prevenir lesiones es clave, pues además, garantiza un adecuado rendimiento.
Entrenar al aire libre cuando hace frío no sólo producirá adaptaciones positivas en nuestro cuerpo para rendir más en temperaturas más cálidas, sino que además, puede ayudarnos a garantizar una mínima dosis de vitamina D cuando nos exponemos a la luz solar o reducir el nivel de estrés al conectarnos con la naturaleza.
Por eso, no te rindas ante el frío esta temporada, pues las bajas temperaturas no tienen por qué impedir o reducir tu actividad, sino que simplemente requiere de nuestra adaptación y algunos cuidados para que podamos disfrutar de correr, andar o pedalear en un clima otoñal o de invierno.
Y tú, ¿te rindes ante el frío?
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Imagen | Thinkstock
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